Una novela de Fernando Valdez y Mar Arango
Lo que viene nunca dejará de ser desconocido; por lo tanto, la vida siempre será misteriosa. Para vivir siempre feliz, uno deberá aprender que no todo es blanco o negro; que, de hecho, lo divertido es ir a ver cuántos misteriosos matices pueden extraerse de una misma situación.
A Sebastián, un joven que nació curioso pero creció con la mirada demasiado puesta en su heredada habilidad para los negocios —así como en los placeres de los que sus ganancias le permitían disfrutar—, esto se le ha ido olvidando.
Su consciencia, el observador que nació y —a duras penas— sigue viviendo dentro de él, ha ido apagándose poco a poco. Pero este, su Observador, comparte a Sebastián con cuatro personajes más, a los que tanto el doctor Sigmund Freud como Carl Jung llamarían arquetipos. Uno diría que el padre y la madre de Sebastián los hicieron aparecer en algún momento, otro que surgieron de la cultura y las costumbres imperantes en la sociedad dentro de la cual fue criado.
Lo que realmente importa es que si Patek, Giacomo, Donald y La Jueza logran entenderse, Sebastián podrá llegar a ser un hombre completo.
Sinopsis
En el primer capítulo de esta novela salpicada de elementos propios de la psicología clásica, y antes que a Sebastián, nosotros los lectores conocemos a su dichoso Observador.
Un Observador que en un momento dado decide alejar de su anfitrión toda tristeza y todo trauma, convencido de que él no los necesita para ser feliz. ¿Gran idea o error monumental?
Un observador que prefiere sacrificarse e ir a ejercer de carcelero de las tristezas y los traumas de Sebastián, a seguir siendo la conciencia despierta del amigo en cuyo interior nació. Un Observador que, por propia voluntad, pasará a ser ciego. Y entonces aparecen los cuatro arquetipos de Sebastián, para salvar la situación o para acabar de empeorarla.
Cuatro voces muy distintas empiezan a resonar en su cabeza, una y otra vez. La del niño grande Giacomo, siempre lujuriosa e impaciente; la del gurú indio Patek, siempre tranquila y bonachona; la del empresario Donald, siempre preocupada por las consecuencias económicas que puedan traer las acciones de Sebastián, y la de la siempre inflexible Jueza.
Cuatro voces a las que se unirán las de Ximena y Sofi, con el objetivo de ayudar a Sebastián a encontrar el equilibrio.
Sobre los autores
El escritor Fernando Valdez y la psicóloga Martha Arango se han unido para crear una obra fresca, fácil de leer y divertida. Los cuatro arquetipos de Sebastián, cada uno con sus cualidades y defectos, van a arrancarnos más de una sonrisa.
A veces nos pondrán de los nervios, y otras veces nos harán suspirar de frustración. Con su actitud irreflexiva, uno conseguirá que Sebastián le rompa el corazón a una chica sensible y despierta; otra criticará sin piedad —y, sobre todo, sin razón— cualquier comportamiento que se salga de la norma.
Todo lo que hagan acabará significando el éxito o el fracaso del hombre al que representan. La vida nunca dejará de ser misteriosa, por lo que ninguno de los cuatro podrá saber a ciencia cierta si está actuando correctamente; solo podrán saber —cosa que los autores de esta novela dejan escrita más de una vez— que necesitan ponerse de acuerdo.
Dichos autores también recalcan la importancia del papel del Observador Despierto, nuestra consciencia.
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