El reino de Hibernia. Escamas de fuego Una novela de Bárbara Pastor Parece que, así como el símbolo del amor eterno que dos dioses se juraron es capaz de tragarse a cien hombres para asegurar la supervivencia de todo un reino —uno de los siete grandes del norte y el último en caer ante las ansias de conquista de Astyrion—, la codicia de un solo rey puede destruirlo todo. Primero fueron las flechas envenenadas que, por orden de Taurion, los terribles cazadores furtivos dirigieron contra los dragones de los habitantes de Hibernia; dragones que habían nacido y crecido junto a ellos, a partir de cuyas escamas se confeccionaban escudos especiales que el ejército enemigo utilizaba para irrumpir en tierras sagradas. Meses después, una tormenta tóxica llegó para devastar lo poco que quedaba; gigantescas lenguas de fuego redujeron cientos de árboles a cenizas, y varias ráfagas de un gas corrosivo provocaron que la piel de los fugitivos se escamase y doliese horriblemente. A pesar de todo, l
- Obtener enlace
- Correo electrónico
- Otras aplicaciones