Anna Muxi reseña «New York City Flash. Los hilos invisibles»

 New York City Flash: Los hilos invisibles

Una novela de Carlos Rodríguez



Pocas veces vamos a poder decidir el rumbo que tomará nuestra vida, la corriente nos arrastrará y nos hará perder la orientación en más de una ocasión. 

Esta novela, más que a una corriente, nos presenta a un gran señor titiritero que, como el deslumbrante flash de una cámara, envuelve a su víctima en un halo de luz durante un mísero segundo, justo antes de disponerse a atraparla para siempre. 

La ciudad de Nueva York intentará tomarnos por sorpresa, retarnos a transitar por senderos desconocidos, hacernos creer que todo está perdido. Marearnos y seguir mareándonos, solo para que entendamos que el espectáculo debe continuar. 

Las reuniones vecinales —con merienda incluida— en el rellano de cierto edificio nos servirán para suponer que en el piso 4B, tan cercano al del protagonista, ocurre algo. 

Y Carlos Rodríguez, como Nueva York, acabará descubriéndonos la triste verdad de una forma cuando menos sorprendente. Y tampoco se olvidará ni por asomo de detallar fielmente las bondades y maldades del clima neoyorquino, tan difícil de soportar en invierno como en verano.


Sinopsis


La marioneta protagonista de esta novela se llama Gabriel Villa, al principio trabajador por pura necesidad, redactor de artículos para una revista valenciana cuyo éxito se debe al dinero y a las habilidades políticas de sus dueños, más que a cualquier otra cosa. 

Se traslada a Ciudad de México para poder analizar los pormenores de una oferta como Dios manda, y acaba rodeado de verdaderos compañeros de trabajo. 

Aquí ya vemos que las cosas no dependen precisamente de él ni de su bienestar, porque Nueva York viene a reclamarlo justo cuando planea iniciar una historia más íntima con un compañero en concreto. 



La ciudad de los rascacielos querrá enseñarle a confiar, a ayudar a los amigos que necesitan que les echen una mano. También le hará sentir más de un sobresalto, imaginar un encuentro fortuito con un príncipe oriental que suele cocinar a oscuras detrás de la ventana del piso 4B, conocer al futuro padre de sus hijos y experimentar en primera persona la locura del amor. 

En definitiva, la gran urbe pondrá todos los hilos que se puedan imaginar a disposición de su marioneta. Esta solo tendrá que tirar de ellos.


Sobre el autor


Carlos Rodríguez Garrido, como Gabriel Villa, ha aprendido a vivir rodeado de brillantes desgracias. 

La titiritera ciudad de Nueva York y sus residentes han demostrado que son capaces de reponerse tras atentados, gigantescos muros de nieve y hielo, asaltos racistas y homofóbicos, asesinatos a sangre fría... 

Y nuestro autor, al igual que nuestro protagonista, ha acabado contagiándose de este espíritu de superación indomable. Indomable es también su hijo Sergi, a quien dedica esta novela de ficción basada en hechos reales. 

Y Chase, tocayo imaginario del compañero de vida de Carlos, se encargará de esparcir sin querer algo de la perversidad que siempre implica el amor verdadero. 

Las variadas amistades al otro lado del charco, por su parte, quedarán caracterizadas gracias a varias salidas nocturnas magistralmente descritas, a apetecibles cenas en casa y a divertidas sesiones grupales de aprendizaje de lengua española.


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