Anna Muxi reseña «La Versallesca»


La Versallesca

Una novela de Juan Rivas Santisteban



Las ansias de cambio suelen ser tan peligrosas como espabiladas. Sin más ayuda que la de la fuerza del pueblo llano unido y organizado, pueden obligar a un soberano a ponerse de rodillas y dejarse cortar la cabeza a manos de una gigantesca cuchilla de metal. 

Las ansias de cambio son, también, armas de doble filo. Como todo lo espabilado suelen ser incontrolables y, por lo tanto, pueden obligar a pasar por la misma guillotina a los verdugos que trajeron al condenado dirigente hará unos años. El final de Robespierre fue muy parecido al de Luis XVI, contra todo pronóstico. 

En medio de esta carnicería incontrolable el espíritu de una madre querrá guiar a su hijo a través de Francia, la imagen de un Dios de dos caras se convertirá en el amuleto más preciado para cierto caminante y el amor tratará de florecer entre dos individuos nacidos bajo el yugo de una serie de circunstancias opuestas. 

Miles de mensajes serán tergiversados o entendidos según convenga, como en todas las revoluciones, pero Juan Rivas Santisteban sabrá mezclar con maestría hechos históricos —con los personajes reales que implica cada caso— y fantasía de una forma poco convencional.


Sinopsis

André Le Roy, protagonista que viene a ser tan pobre como ficticio, pierde demasiado pronto a su madre Mariette. Esto hace que pase a respirar sin convicción, por lo que el clima revolucionario y los tiempos mejores que desea el general Lafayette le traen sin cuidado durante sus primeros años estudiantiles. 

De hecho, solo llega a la universidad porque intenta huir del pasado, escapar de la definición de criminal que ha acabado dejándolo, por suerte o por desgracia, ante la tumba de esta misma madre muerta. 

Jacqueline, por otra parte, ha nacido bendecida por la acomodada posición de su familia. Al principio, el lector no detectará entre las existencias de los dos personajes más similitudes que el hecho de que ambos son producto de la pluma del autor. 

Enrik Beaumont, su padre igualmente ficticio, comparte con André Le Roy el actuar entre dos bandos sin apoyar fervientemente a ninguna de las causas, ni la de los revolucionarios ni la de los abusadores del pueblo pobre. 

Pero en André acabarán despertando las ansias de cambio y el espíritu de su madre irá con él, hasta el fin del mundo o hasta el fin de la República.




Sobre el autor



Juan Rivas-Santisteban debuta en la escena literaria con esta novela, la cual dedica a todos los desamparados de tierra y de época. A todos aquellos que, como André Le Roy, se han visto alguna vez envueltos en un torbellino tan inmenso como veloz que amenaza con destrozarlo todo a su paso. 

Pese a haber nacido en una época mucho más que alejada de la Revolución Francesa, el autor de esta novela histórica con toques de ficción no solo logra meterse en la piel de un representante del pueblo llano francés con la mirada puesta en un futuro borroso, sino que también logra mezclarnos a nosotros los lectores con el ambiente exhausto pero determinado que dio pie a la sangrienta abolición de la monarquía. Y como casi todos los torbellinos inmensos, el de la Revolución Francesa también fue incontrolable. 

Para que de ello no pueda caber duda alguna, al estilo shakesperiano, Juan Rivas Santisteban se dispondrá a dejar ver lo opuesto y lo semejante de las dos caras de la moneda, vencedores y vencidos.

Anna Muxi


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