Por qué leer distopías juveniles. Un texto de Isabel González Yagüe.


Ahora que están tan de moda las distopías juveniles, tal vez te preguntes qué es eso de distopía. 




De lo que estoy segura es de que sí sabrás lo que es una utopía. Exacto, ese mundo maravilloso e idílico donde a todos, o casi todos, nos gustaría vivir. Pues una distopía es todo lo contrario. Se trata de un futuro imaginario indeseable. La utopía es algo, creo yo, inalcanzable, pero cuando lees una novela distópica o ves una película o serie del mismo género (porque estoy casi segura de que lo habrás hecho) te parece totalmente creíble. ¿Por qué? Pues por la sencilla razón de que no estamos tan lejos de vivir una pesadilla similar.

Si piensas en las novelas distópicas para lectores adolescentes, todas y cada una de ellas son consecuencia de los efectos del cambio climático, terrorismo, desastres nucleares, modificaciones géneticas. 


¿Te suena verdad? Precisamente alguna de ellas, o varias a la vez, fueron las causas de los mundos creados por los autores de novelas como “Los Juegos del Hambre”, “Divergente” o “El corredor del laberinto”.

También estoy segura de que hay muchos motivos por los que te gustan las distopías juveniles actuales, aunque aún no lo sepas. Este género para jóvenes, y no tan jóvenes, ha alcanzado tanta popularidad por la sencilla razón de que en el fondo sus lectores están–estamos–preocupados por la situación en la que hemos dejado al planeta. Y es que al leer novelas distópicas juveniles estamos sufriendo en primera persona las consecuencias de vivir en un planeta destruido.
  

Y si crees que este tipo de libros solo puede impactar a adolescentes, me temo que andas desencaminado. 

Yo ya tengo unos añitos y me declaro adicta a vivir aventuras en esos mundos indeseables. Tanto es así, que he creado mi propia distopía juvenil: El vuelo del halcón. Rodinia, tal vez porque tenía algo muy importante que contar, algo que cada día nos susurra la Tierra. Si cayera mi libro en tus manos, solo disfrútalo, y al terminarlo, mira a tu alrededor y siéntete afortunado por vivir en este planeta.

Ahora dime: ¿te atreves a vivir una distopía?





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