Contra viento y marea escribiste un libro.
Cientos de horas de trabajo. Dejarse asesorar, proceso de corrección, maquetación, edición, publicación.
Y ahora ya tienes tu libro en las manos. Un objeto con valor más allá del objeto en si. Un proceso y un objeto que no estará completo hasta que se distribuya con éxito y se lea con pasión.
pero todo esto no es un arte de birlibirloque que se nutra de buenas intenciones. Ni muchísimo menos.
Desde Angels Fortune [Editions] queremos facilitar al escritor novel el camino hacia la publicación pero no quedarnos ahí, sin más. La editorial dispone de un cuerpo de profesionales que con amor y perseverancia intentará llevarlo al mejor puerto y facilitarle la travesía.
Una de ellos es nuestra promotora cultural Jennifer López, que desde aquí aprovecha para explicarnos en qué consiste su labor.
La
importancia de una buena promoción
Un texto de Jennifer López, promotora cultural.
Ante
lo que refleja el mundo globalizado y capitalista en el cual vivimos,
la promoción del escritor novel tiene un papel fundamental para su
difusión y la introducción en el mercado literario.
No
es un secreto que para que un libro de ganancias, tienen que haber
ventas y es ahí donde el promotor cultural empieza en sus
quehaceres.
Sin
embargo, debo confesarles algo. Estoy segura de que nadie se ha
parado a analizar la dificultad que conlleva este proceso para un
libro. Quizá cuando lean este escrito, conozcan finalmente la
impotencia que sentimos muchas veces los promotores culturales.
El
mundo literario es cruel
y hago este afirmación bajo la experiencia de trabajar durante años
y luchar contra corriente con y para mis autores.
Quizá
un Ildefonso Falcones o una Lisa Keyplas encontraron en su momento un
Aquiles
con lo necesario para sacar al mundo su obra y conseguir que sus
nombres fueran conocidos mundialmente por todos los amantes de la
literatura. Sin embargo, siendo la promotora cultural de una
editorial cuyo objetivo es descubrir a los nuevos talentos de la
literatura y acompañarles durante su carrera de escritor, puedo
afirmar que en mi profesión, encontrar sus talones es más habitual
que al héroe
troyano.
Pero
también he de decir que en este enriquecedor trabajo me he
encontrado muchísimas cosas buenas, entre ellas el conocer a
talentosos autores, conocer sus vidas, disfrutar de su compañía
pero sobre todo el que depositen en mi persona su confianza para
hacerles cumplir con uno de sus sueños: presentar su obra al mundo,
que no es más que el mismo sueño que comparto con ellos. Y es ahí
donde radica mi impotencia. Este objetivo se ve truncado al ver
brillantes obras que no llegan a subir a la superficie de este mundo
incierto y desesperante para los amantes de las letras, simplemente
porque nadie los conoce y pocos son los que apuestan por los
escritores noveles.
En
una promoción no se hace únicamente un estudio de mercado para
buscar los lugares más adecuados para la presentación de las obras
y los eventos más relevantes para la participación del autor para
su promoción.
No.
Durante
la promoción y difusión de un libro, el promotor debe situarse
junto al autor, descubrir mediante largas conversaciones, infinidad
de emails o visitas exprés cuáles son los puntos claves del
escritor. Enriquecerse de sus novelas y explotar cada una de las
palabras que pueden ser esenciales en su florecimiento, y todo ello,
siempre comprendiendo lo que significa esa obra para su creador,
amando cada párrafo de ella como si de nuestros niños se tratará y
enorgullecerse de sus logros como si fuesen nuestros desde un
principio.
Puede
parecer que un promotor acoge una novela, la destripa y le saca el
jugo de ese fruto para llamar a las ventas, pero nada más lejos de
la realidad, un buen promotor siente devoción. No solo por aquellos
ejemplares que tiene en sus manos y memoriza en su estudio para poder
obtener lo mejor de cada uno, sino también por el autor que ha
puesto sus esperanzas e ilusiones en que esa obra se abra camino ante
este terrible contexto capitalista, que ve en los best
seller
la calidad y, en cambio, abandona a los escritores sin nombre ni
suerte a su merced.
Me
reitero en decir que soy promotora de una editorial, que pone sus
sueños en el descubrimiento de escritores noveles, de talentos
desconocidos que desean ser hallados y personas sin padrinos que
tienen un don para la escritura y una mente privilegiada que consigue
absorber al lector en sus historias y llevarlos años y kilómetros
lejos de su sillón.
Soy
una promotora de una editorial, orgullosa de su equipo de escritores
que, lejos de ser noveles, son autores consagrados que han demostrado
luchar por sus sueños y sacar a la luz maravillosas historias que
dejan sin aliento en cualquiera de los sentidos.
Soy
promotora de una editorial para el escritor novel, que luchará día
a día para que esos diamantes en papel puedan ser, un día, un
ejemplo a seguir para todos aquellos talentos que aún están por
descubrir.
El
lema de nuestra editorial lo resume todo:
«Cada
gran escritor empezó con un primer libro»
¿Van
ustedes a darle un oportunidad a nuestros escritores? Espero que si.
Muchas
gracias
Jennifer
López
Directora Dpto. Promoción Cultural
Angels
Fortune [Editions]
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