"-¡Alto! ¿Dónde vais? -fue la pregunta que nos hizo el centinela y con la que ya contábamos.
-Vamos a desparasitar al caballo al río. Hacerlo en las cuadras podría contaminar a los demás animales.
-¿Hoy? ¿En Nochebuena?
-Pensábamos ir al baile, pero no nos dejan -clavó con sorna David, sabiendo que no había ningún tipo de diversión en el cuartel ni en los alrededores-, así que para no aburrirnos hemos pensado en esto, además de paso le hacemos un favor al cuartel...
Y así fue como salvamos al centinela. En cuanto nos alejamos del cuartel, envolvimos los cascos del percherón para amortiguar el sonido si pisaba en roca, le pusimos unos palos en el lomo y lo cubrimos con una manta. Nosotros nos ensuciamos la cara y arañamos suavemente el suelo para ennegrecernos las uñas. La luz de la luna nos señalaba el camino perfectamente, pero en contrapartida también nos podía perjudicar al hacernos visibles, aunque con esa guisa pasaríamos con total seguridad por gente labriega del lugar. Efectivamente, cuando llevábamos la mitad del camino, nos salió al paso un rifeño armado y a caballo que seguramente volvía hacia su casa, a saber de dónde.
-¿Quiénes sois y qué hacéis por aquí?- nos acosó con su mano apoyada en un puñal que llevaba en el cinto."
Carles Pérez-Villalba; Gea. Tierra. Solsticio.
Extraído de Historias de Navidad de Angels Fortune.
6 días para Navidad
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