El viudo del conde

Hay días en que una no puede esperar a salir del trabajo en la librería (galería de arte/ embajada/ joyería/floristería...táchese lo que proceda) y encontrarse al chófer abriéndole la puerta trasera del Aston Martin DBS bajo un inmenso paraguas que ha de protegernos de la suave y refrescante lluvia que se diluye en un anochecer temprano. Mientras nos acomodamos, le pediremos que pare un momento en nuestra librería (galería de arte/ embajada/ joyería / floristería...ya sabéis cómo proceder) a darnos un bien merecido capricho y después, que nos deje junto a la verja para recorrer a pie el camino de acceso a la casa a través del precioso jardín, que huele al agua caída y al anochecer incipiente.
Una vez en casa, pedir que nos preparen el té mientras nos damos un baño y, envuelta en nuestra más dulce bata, dar cuenta de la infusión mientras contemplamos la noche a través de la ventana.
Eso...o leer El viudo del conde. Porque si, es una novela de amor pero también es una novela de lujo. De un lujo que se pasea elegantemente entre el clasicismo de un mundo acomodado y elegante, entre la tradición y la modernidad, entre los renglones de una carta manuscrita, tinta y papel por los que desfilan la gloria del amor y las penas del engaño...donde reiteramos que el dinero no da la felicidad pero también que las penas con pan son menos.
Aún cuando la forma se envuelve en oropeles, el gran acierto de Volpini Tondo es que en ningún momento afloja la tensión de su encaje emotivo y sus personajes no pierden su verosimilitud sentimental por más o menos lejano que nos resulte el aristocrático marco Shabby chic.
En El viudo del conde, Lord Mauro de Vilaniu y Gómez de Avellaneda, viaja entre Londres y Madrid a través de su memoria, recordando a su difunto esposo, el conde de Llombart, con la próxima visita de su hijo común como telón de fondo.
A través de este escrito nos adentramos en un mundo marcado por normas, reglas, y conciliábulos, amenazado por traiciones y secretos, pero definido por el amor, la paternidad, la familia e iluminado como sólo puede hacerlo la proverbial venda que cae de los ojos y un corazón dispuesto a seguir amando hasta el auténtico e inevitable final del camino.
Porque, aún con más o menos oropeles, con una vida regalada, prestada, ganada o peleada, ¿quién no ha amado? ¿Quién no ha sido engañado? ¿Quién no ha dado una segunda oportunidad a su corazón?


Y aquí os dejamos el booktrailer.

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