Reseña "25 TEMAS PARA SONREIR"


David es un artista, sí señor. Hace escultura y pinta. Ha sido creativo publicitario. Pero ante todo, es un señor: educado, culto, polifacético, amante de la tranquilidad y la contemplación prolongada, de la tertulia calma, de la discusión sin un ganador claro. Y es buena persona. Sí señores, David Casademunt es un pedazo de pan y no está precisamente para comérselo. 
A este escritor novel le he visto hacer de todo: pilotar un catamarán cargado de ilusiones, hacer ambrotipos, fabricar papel artesanalmente... y un montón de cosas más. Por lo tanto, no me puede sorprender casi nada de él. Si exceptuamos, claro, el día en que me dijo que iba a escribir un libro de monólogos. 

¡¡¡Cómo!!! Si eres un tipo más bien aburrido, soso y además careces de facultades para contar un chiste. 
Pero mi opinión cambió cuando me dejó leer su primer monólogo. Me hizo reír, sí señores. Me hizo reír. Y eso a pesar de que yo soy un tipo de esos que hay que echarles de comer aparte. Y es que en David me sorprendió una vez más con su capacidad creativa para llevar a cabo cualquier proyecto en la vida. Este ejemplar que tienen entre las manos es una nueva demostración. 
PEDRO MADUEÑO 

Fotógrafo
Adjunto al Director de La Vanguardia 



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